Matame de celos al no ver tu mirada,
al decirme cuanto me amas…
al desnudar mi alma enamorada.
Cobijame con tus piernas hechizadas
y deja que palpe tu piel de porcelana,
deja que el cielo nos refugie con un cuarto
de estrellas iluminadas.
Matame con besos y lujuria desbordada
y permite que esta noche
sea la ultima para amarte… mi pequeña amada.
Conviértete en asesina cautivada,
y dame tus mieles para saborear
mientras gozo con esa dulce mirada,
matame, hazlo de prisa
con susurros y sonrisas
y envuélveme en tus pétalos de gitana,
mi pasión se inquieta cada vez
que te tengo en la cama.
Muerdeme… has de esta noche
nuestra guarida y suspirame al oído
de prisa, dejame ver tu figura… desnuda
amarte por siempre como mi soberana.
Conquistame como aquel primer día
en que cayendo a tus pies
jure que serias mía… y ahora, amazonica de fuego,
rebelde y apasionada, matame lentamente
con caricias descarnadas, secuestrame, sedúceme
golpea mi sueños con tus versos, hazme el amor
todo el día y tus caderas sean por siempre…
mi eterna agonía.