Maldito el presente que
construyó el pasado, maldita
las ganas de volver a verte;
maldita la ilusión, maldito mi
amor.
Maldita mis manos, que sólo
saben escribir poemas de amor
hacia tí, malditas mis noches
llenas de tristeza, pero más
malditas sean mis lágrimas,
que salen cada vez que mis
pensamientos van dedicados a tí.
Maldita sea la tinta que escribe
mi tristeza y el papel que
soporta la nostalgia de mi querer;
maldito mi corazón, el cual sólo
palpita por tí.
Maldito sea el reloj, que cuenta
las horas que pasan en honor a tu
recuerdo, maldita las calles, testigos
del amor que por tí sentí y maldito seas
tú, que eres la razón de mi existir.