Bajo el farol, a la espera,
con su mirada de tristeza,
por hambre o vicio, ¡se entrega!
se entrega al mejor postor
que pase por la calleja,
mientras, su mente viaja
soñando otra vida y un solo hombre,
entre sus piernas
y luego;
¡llora, se arrodilla y reza!
se marchita día a día,
se va y vuelve a la calleja,
a la espera de otro buitre,
que paga por sexo.porque el amor,
¡Quizas! nunca toco a su puerta,
¡y se aprovecha!
el usurero, de la miseria,
y transcurre asi, la vida
de la hermosa mujer, de la calleja;
soñando con un día,
en que alguien la valore,
y llorar de felicidad, no de pena
arrodillarse no para pedir perdon,
si no para dar gracias,
y alzar su frente
por el resto de su vida,
con un solo hombre entre sus piernas.
dejando en el pasado
la mujer de la calleja