Te robé los luceros que llevabas,
en el amplio universo de tu espalda,
cubriéndote de besos,
besos,
besos que nacian y morian,
en sinuosos caminos
que llevaban al abismo,
si depositaba mis sueños
en las playas de tu cuerpo,
rendido a la enjundia del amor,
después de haber naufragado,
en el intento de cruzar con mi velero,
las aguas embravecidas de tus ansias,
bebiamos los dos un mismo río,
hasta secarlo y saber por el salitre,
que habiamos llegado hasta el mar,
sin darnos tregua.
Son recuerdos y locuras
de poemas que nacieron una noche
en que la luna embobada nos miraba,
pobre luna,pobre,
se moría de la envidía
por saberte enamorada,
romances eternos,
Mineral,mineral
los líquenes y el cuarzo,
la roca y su espuma,
el agua ,la arena,
murmuraban-cómplices,
cómplices de mis besos,
y se apiadaban del amor que consumido
en las playas dormitaba,
luego de haber robado con mi boca,
los luceros de tu espalda.
avelino
28/12/2008
02:36hs
córdoba.. R.A.