Un macetero
estacionado en la esquina,
parece algo escondido
en realidad,
él macetero domina
la vista,
de un pequeño bandido.
Se cree jardinero,
en un segundo
lo está arreglando,
la tierra
remueve primero,
y de inmediato,
la va tragando
Lo descubres
se queda quieto,
con la tierra
escondida en la mano,
luego te acercas,
está en aprietos,
suelta la tierra
y sale arrancando.
Este bandido
tiene diez meses,
es jardinero,
es aprendiz,
es Nicolás
quien estremece,
su picardía,
hace a todos feliz
(orietta igea de la jara)
Querida lucia gracias por su comentario me da alegria que le gustara carta ami mi misma pero no estoy triste escribo cosas muchas veces si son ni tron como loca poeta desde Barcelona le deseo paz y salud un abrazo y gracias