El tren pasa de largo,
el pelo se cae,
la barriga aumenta su tamaño,
la rueda sigue girando.
Amasa fortuna,
duerme en un banco de la calle,
da los buenos días a un desconocido,
o no des nada,
nada tiene importancia.
Me gusta mirar al cielo
y sentirme pequeño,
libre
pero atrapado
dentro de una esfera caótica.
Los pajaros aprendieron a volar
porque no les quedaba otra,
querían huir,
pero es inútil,
yo lo he intentado,
he intentado aprender a volar,
he intentado huir,
pero es inútil,
vuelves a caer,
vuelves al mismo lugar del que escapabas.
No tengo nada que ofrecerles,
soy un tio sencillo joder,
que vive en un barrio sencillo de gente sencilla,
que compra el pan por la mañana
y habla del partido de ayer
como si les fuese la vida en ello,
de ahí formo parte,
aunque me mantenga distante,
no conozco lo exquisito,
no conozco la excelencia,
no conozco.
Saco mis propias conclusiones sabes,
no soy filósofo,
no podría discutir con Platón sobre cualquier estupidez,
pero pienso mucho,
más de lo que se llamaría saludable,
y esta son mis conclusiones:
Dios no existe
y yo no soy ningún maldito genio.