Mi alma se encuentra en silencio para quererte,
mi mente preparada para escucharte,
pues no quiero interrumpir con mis palabras,
el fluir de tu voz, en un te quiero cálido e imponente.
Mis pupilas se dilatan, al compás de las tuyas,
te siento tan cerca, en la cálida penumbra.
Entonces, me elevas en una sensación plácida,
Que embriaga mi alma, bajo la luz de la luna.
Mis labios en silencio, esperan por un beso,
una suave caricia, se proyecta en mi mente,
se eleva mi alma, en un suave reflejo,
te siento tan cerca, aunque estés como ausente.
Mi cuerpo se sublima, exalta y se realza,
al mínimo roce de tu mirada,
Sintiendo suavemente, el dulce palpitar,
de una caricia pausada, cubriendo mi alma.
Mi alma sigue en silencio para encontrarte,
en cada lugar de mi mente, y escuchar
el suave arrullo del amor silente,
descubriendo cada caricia en tu mirada.