Medito por nuestra felicidad.
Solo contigo llegue a la cima.
Mi pequeña, tu eres la vida misma,
en ti encontré la razón y realidad.
Aun desea darme más momentos felices,
con soplos de vida e instantes sagrados,
colmas de alegría mis sueños dorados,
de los regalos perennes eres artífices.
Sobra razones para amarte tanto,
también para sentirme enamorado,
llegue a las cúspides estando a tu lado.
Gracia divina eres, vivo en tu encanto,
amo tu alegría y esa eterna sonrisa.
Anhelo que la vida, no se vaya de prisa.