Miré el sol y la luna,
la estrella en su brillar,
el mar con sus grandes olas,
y deseé volar,
llegar hasta la cúspide
de tu boca y no dejarte de
besar,
saciarte con mis abrazos,
amarte cada día más y más
decirte al oido
que nunca te dejé de amar.
Miré cosas maravillosas,
que no podia dejar de mirar,
pero me detuvé en el cielo
de tus ojos y me embriagué
de tu mirar.
Tu imagen la comtemplo
cada día al despertar,
te miro cuando duermes
y observo tu palpitar,
latidos que proclamán
el amor que siempre
me das.
Me otorgas con sonrisas
que me hacen suspirar,
posees una sorisa
que hasta el sol
de tu boca,
nunca te dejará de amar.
Eres mi luna,
mi estrella,
eres mi grandioso mar
donde yo baño mis penas
para que tus olas
se la lleven
y no regresen jamás.
Te quiero mucho
mi cielo,
sin tus estrellas
brillando
no siento el viento
en mi cuerpo,
no veo el reflejo del sol
en la ventana de mí alma,
no siento latir la tierra
bajo el manto de su esfera,
y desaparecen las mañanas
de primavera.