La hurraca Ladrona

Amigos, les vengo a contar

Esta vislumbraste historia:

La impresión de una ladrona,

Cuando se robó un collar.

“Anoche estuve en un lugar

Extraño y muy pintoresco,

Y lo que obtuve de aquello

Fue este maravilloso collar.

No había allí, nada de valor;

Ni siquiera encontré comida,

Pero cuando lo vi, sabia,

Que era de lo mejor.

Había allí, muchos de ellos

Adornados con diamantes,

Brazaletes con brillantes,

Con inimaginables destellos.

 Unas monedas de plata,

Muchas otras prendas de oro,

Y constituían  un tesoro,

Para la generación humana.

 Yo en cambio, me he conformado

Con este collar de semillas,

Que de seguro, una niña

Había confesionado.

 Y me resulta elegante,

Para este mi plumaje blanco,

Hasta me parece un milagro,

Que el espejo me mostrase.

 Y aunque ladrona me digan,

Iré por el mundo, mostrando,

Y acompañare con mi canto,

Por el resto de mis días”.