aún siento tu aliento abrazador,
y el roce de tus labios en los míos;
fuiste como un ángel anunciador,
que con sus alas me llenó de mimos.
Aún percibo tu perfume mágico,
y el deseo perturba mi conciencia;
despertando pasiones dormidas
que te añoran con piedad cariñosa.
Aun percibo las brisas matinales,
y llegan a mí, los ecos de la noche;
aun siento aquel canto de turpiales,
en medio de un jardín lleno de flores.
Fuiste la Afrodita, tentadora,
de ojos atractivos, fascinadores;
y aunque el deseo es inconfesable,
confieso que aun siento tus besos.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!