LA LOQUITA DEL BARRIO

A cuánta gente he visto yo

vivir o malvivir de esa guisa.

Hasta que el final le llegó

y entonces,

todo el mundo a misa.

A comprar la redención

de ese horrendo pecado.

Al no ayudar al “ Putón”

que gritando pedía una mano.

  Y es que el “Putón“ siendo cría,

fue violada y explotada

sin piedad ni compasión

de la noche a la mañana.

Le robaron la niñez

le robaron su virtud

y cuando tuvo cuerpo de mujer,

un maldito proxeteneta

la crucificó como a Jesús.

Y así perdió la autoestima

y así se dejó perder.

Se refugió en la bebida

y con Blanca Nieve dormida,

tocó las puertas del Edén.

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Que no debemos de juzgar

si no queremos ser juzgados.

Y que el juez en su sentencia,

nunca olvide la clemencia

para quien resultó condenado.