TU Y MI DESEO
Hemos arribado al albor riguroso
cuando el día y la noche se licuan
y en copulo sutil se igualan,
rebosándonos, vistiéndonos,
sorteando el descanso al deseo,
para saber quien es mas fuerte
si tus curvas ó mis manos;
No rumies en el tiempo de saetas,
en el tiempo de pobres impotencias,
ahora sólo existe el antojo desnudo,
de nuestras ganas cohibidas,
del sol que se desglosa por llenar
como ofrenda, las nubes de llanto,
mientras en un lecho moramos,
comemos, fatigamos, fieramente
nuestra apatía fría, silente.
Reposo en tu rostro lozano
las manos que me han quedado
ásperas, iracundas de experiencias,
donde no halle lociones
que sedaran mis desabridos extremos;
he conservado indemne tu acuarela
que en matiz de colores
encubres diestra tus favores,
te veré descarnada, encuera,
aunque ya no seas tú,
aunque mi voz te espere
y tu rostro que se interna
anochecido dentro y fuera
al azar de mis labios
en bochorno se libere.
Cubriré una vez mas
silencioso tu figura...y la haré mía
con sus fronteras y tus ríos,
bordeando con mis piedras
el resto de tu arena, blanca, cristalina
hasta ser voz y carnal rumor.