Quiero completamente yo limpiar el mundo
matando plagas y males uno por uno
e ir regando esta tierra con agua bendita
y así darte un buen mundo mi niña bonita.
De las bestias quitar el veneno y mal fuego,
colmarles el cuerpo de estrelicias y lirios
y de su aliento echen capullos con violines
y no ataquen los sitios por donde camines.
Quiero idear las mejores aves cantoras
y te despierten en coro al rayar el alba;
tomar para ti cuatro ángeles del paraíso
y siempre te cuiden mientras lo superviso.
Quiero diariamente pulir mi alma y mi mente,
ahogar los monstruos que como hospedaje de paso,
y queriendo quedarse, a veces usan mi ser
y así entregarte la mejor versión de Daniel.
Quiero ser ese príncipe con alma de león
que tus padres, desde que su princesa creció,
han estado esperando se encuentre contigo
sea en verano o en frío pero en el mismo camino.
Ser ese hombre con la sonrisa de carnaval,
manos de fuego y la mirada de niño
que tus hermanas siempre te han querido brindar,
ser lo que tu abuela y tus mejores amigos
sueñan y anhelan para ti con cariño.
Quiero ser quien desde siempre vivió en tu mente,
comprarte la luna para que te haga dormir
cada noche en tu umbral con un dulce sonreir;
andar y pasearme contigo siempre a tu vera
por Lima, por Zagreb y por donde tú quieras.
Quiero llevarte a esa isla que no conocemos,
vivir disfrutando loca y plácidamente,
gestar la mesa para los más lindos críos
y que ahí tú y yo enteramente los esperemos.