Tantos amores vividos
tantos sueños realizados,
¿donde están?.
Marchitos y fenecidos
o cruelmente olvidados,
o los llevó el huracán
del tiempo con las caidas
hojas secas de mi amor,
que se fueron.
Juntas rotas abatidas,
que por el Cronos traidor,
sucumbieron.
Y aquel placer amoroso,
¿donde fue?.
Voló en aciagos momentos
consumiendose en el foso
de las penas y lamentos
que pasé.
Hojas secas que cumplieron
en mi alma su libertad,
no volverán, ya se fueron,
al mar de la tempestad
de esta vida.
Inutil que un dios nos dió,
¿Para qué?, pregunto yo;
para sufrir calenturas,
dolencias y desventuras
pienso yo. ¡Vaya parida,
que este dios nos regaló!
El poeta
desconocido.
6/7/011
¿Donde estas que ya no escribes? ¡ dinos que ha sido de ti!, es quizas que no pecibes el vacio que hay aqui.