Se oscureció la tarde, variando el tono del cielo
Como nubes dibujadas entre violeta y gris celeste
En suave danza, los árboles y plantas se mecen
Yacen pétalos de rosas, hojas secas en el suelo
Se acrecienta el viento en esta tarde de invierno
Con su látigo dona color, a mis pálidas mejillas
Aferrando y sujetando sueños en cálidas sonrisas
Celosa aprisionando a mi seno, mi dulce anhelo
No vaya ser que el viento, de ilusiones me despoje
No vaya ser la amenazante lluvia, mala consejera
La considero mi fiel amiga, ciñéndome a su cintura
Aun cuando en su caudal de llanto mis sueños moje
Se secarán las lágrimas que maltratan el alma
Renacerá la luz azul, iluminando mi sendero
Renaceré en la tibia piel de su amor que espero
Adormeciendo esta melancolía y hallar la calma!