Los porqués que quizás nunca supe explicarte. Por las primaveras que me hiciste ver aun siendo invierno, revoloteando en mi interior un mundo mágico nuevo. Cada partícula de mi piel dormida, sin vida, encontró la pasión bajo el manto de tus besos, haciéndome cautiva. Cuando veo la luz del día con cada amanecer, merece la pena vivir, con la esperanza de volverte a ver. Tu dicha es la mía, en perfecta comunión sentimos lo hermoso que es el amor, dando pasos juntos por un jardín en flor Después de tantos motivos por los que te doy explicacion, viene la amargura como la hiel, con tu escasez de atención.