El ayer nunca más volverá no importa que me quede,
ni importa que me vaya, tu amor es igual que una playa, que, pudiendo ser tierra, tampoco llega a ser mar.
El tictac del reloj ,evapora las horas presente lacerando el corazón y como rayo ligero, entres nubes se pierde la esperanza de que renazca una nueva ilusión.
Es tan hondo el abismo que nos separa, tan cerca su ruina total,
da no poderse ocultar y solo envuelve en tul los recuerdos, esta pálida noche que no quiero mirar.
Mi alma cual ave cansada de anhelante esperar, va por el mundo como frágil gaviota refeljada en el mar.
Y aunque ,tengo el libro abierto hojas tras hojas a medio leer, no se de pronto, si seguir o volver abrir uno nuevo, para recomenzar a leer.