Aburrida del tiempo.
Estoy basta, llena, alucinante, tomando licor para hablarte.
¿Llegará el tiempo en que la olvides?
Mantente atento, porque mi amor es mucho pero perdura poco,
es como la lluvia de espanto, cae subítamente y se termina pronto.
En mi alma la cordura ya no cabe, se llenó el saco de amarguras,
entre mentiras y espasmos de tu boca.
Haz tratando de llamarme con su nombre.
¿Para qué me ha de servir amarte?
¿Acaso el dolor no me es suficiente?.
Habla claro, pues tu silencio es sucio, y tus palabras se pierden
en el afán de convencerme con tu mentira.
¿Aún la recuerdas?..
Si. aún la recuerdas.
Seguiré jugando a que soy una loca que sufre
de mala memoria, a que mi piel no se ensucia con su aroma.
Jugemos cariño mío a que tú haz dejado de amarla.