Quisiera tenerte a mi lado Helenita,
quisiera yo verte siempre reir,
quisiera que sientas el suave latir
de este corazón que te necesita.
Quisiera, mi Niña, conocer el encanto
de tu dulce y tierno mirar.
Quisiera que sepas que te he buscado tanto
y por fín te he logrado encontrar.
Quisiera, mi Niña, observar la hermosura
que tú irradias al sonreir.
Quisiera...¡Dios Santo...! saborear la dulzura
de un beso tuyo para ya no sufrir.
Quisiera Helenita, perdones mi osadía,
quisiera que comprendas que por la soledad
callarme lo que siento no debía,
como tampoco debo vivir en orfandad.
Helena, Helenita, mi Niña del Partenón
bendita la patria que te vió nacer,
bendito el cura que con su oración
te puso el nombre más bello de mujer.