Esta noche el sueño ha huido de mis ojos.
Tengo el alma repartida entre tantos amores,
que a veces me siento un mar de amor,
que continuamente se evapora, para llover
más gotas de amor en cada lluvia de ternura.
Cuando me arrodillo a suplicar por perdón
me encuentro rogando por todos ellos.
Romper los esquemas me ha tocado…
Repartiendo ayuda alivio y sonrisas,
me he convertido en árbol de flores
de sombra y solaz, de cobijo y de frutas.
Me gusta vivir si puedo dar, porque dando
es como recibo el sustento que me anima;
con pequeños actos de amor, se van formando
luminosas sonrisas, bellos faroles que iluminan
los rostros, las casas, los pueblos y las vidas.
A veces las reglas me cohíben y me encierran;
mi paz y mi semblante se oscurecen y se nublan.
La letra y el espíritu de la ley me traumatizan;
si guardo la letra, mi superego está tranquilo;
humillado pobre ego, pierde toda su energía.
Opto entonces,por el espíritu de amor y sonrisas.
Atender, servir. Tratar siempre de hacer el bien.
Vivir sólo para ayudar y dar gozo, paz y alegría,
que como bumerán regresa a mi tan pronto,
que pierdo la cabeza feliz y así me distraigo…
me encuentro muchas veces y me lleno día a día…
Viña del Mar, Mayo 17, 2006
11:05 p.m.