Nos amamos en el tálamo del pétalo cotidiano.
En el conducto artero de los besos,
con el iceberg del invierno consumido.
En el pasillo del antes y el ahora.
Al camino de las idas y la senda de los regresos.
Del brazo cansado del sauce dolorido por el fragor
de la batalla diaria a la postura erecta del tulipán.
De la piedra sacra al lodo y del rÃo ocre a su cauce.
Del norte al sur de los polos aplastados
Y de los trópicos terrestres e invisibles.
Con el beso impoluto, recostado sobre los hombros, la miel
vertÃa en el cántaro, y tu boca con lengua de istmo lo sorbÃa.
Canto de susurro y gemido, placer mágico al oÃdo,
proclamé al aire nuestro amor eterno,
bajo la sombra en copa alegre de mi boina.
Al fuego del abrazo en cópula,
la uva desnuda nos empalagó los labios.
¡ Nos bebimos el amor en un suspiro ¡
Hasta que el vaso quedó vacÃo, y al apagar la sed,
sembramos germen de retoños, en la marea subida,
y en el suelo árido de la maleza ocre del otoño.
Fulgor poderoso de fotones en tu risa.
Hoja áurica de párpado y pupila.
El sexo sublime posado en tus ojos,
celebrando en el fuego, el amor consumado.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!