Su contorno es triángular
por montañas limitado,
el sol las pudo esquivar
deslumbrando, se ha asomado.
Picos agrestes había
barrancos y pedregales,
algun pino allí crecía
y la carrasca a rodales.
Tambien vegetan gamones
enebros y villomares,
erizos tal cual mojones
revindicando estos lares.
Aliagas primaverales
verdes, de flor amarilla
borran rastros invernales
y lucen de maravilla.
La sarga también lucía
junto al río y al juncal
y el espliego competía
al tomillo su bondad.
Los conejos pululaban
con lagartos y serpientes
estos, el calor buscaban
del sol, eran dependientes.
Eran tiempos de posguerra
la comida no abundaba,
trabajar en la mina era
la suerte que se buscaba.
Localizada, allí fuimos
a cavar en esas minas,
del hambre nos resarcimos
con la "ración" y con sardinas
Se invadieron las montañas
sin trabas ni requisitos,
horadamos sus entrañas
extrayendo sus lignitos.
El río inquieto pasaba
sus aguas claras bajaban,
la turbidez le asustaba
los escombros, le rondaban.
Es Hábitat natural
de cuervos grajos y halcones,
el gorrión es habitual
si hay tejados y balcones.
Nos ceden casas iguales
al capataz, con prebendas
números en los portales,
distinguen nuestras viviendas.
Iguales las dos escuelas
salvo pequeños detalles,
aseos para las nenas
retretes, para chavales.
La iglesia se destacaba
entre clonadas calles,
el arte se respiraba
al pasar, sus ventanales.
Los lugareños del pueblo
la "Barriada", le llamaban
les servía de consuelo
los dineros que tocaban.
Este barrio manejaban
salvapatrias y sacristía,
el sudor te aseguraban
el polvo, pegado iría. Amadeo. De la Colección:
Cuentos para niños adultos.
¿Donde estas que ya no escribes? ¡ dinos que ha sido de ti!, es quizas que no pecibes el vacio que hay aqui.