Y decìa...
Perdonenme...no se culpe a nadie.
Pero no sabìan que mi alma
ya se sentìa tan libre como el aire.
Mientras leian la carta,
yo sentìa una gran paz,
màs no sabìan que era mejor,
y que no llorarìa...jamàs.
Sus palaras de culpa,
y el "no puede ser",
sòlo lo dice la gente
que nunca supo querer.
De que sirve que lean?
esa carta del adios,
si en vida olvidaron,
que ahì estaba Yo.
Y decìa...PERDONENME..
no supe ser valiente,
"esas cosas me orillaron
se metieron en mi mente".
Ahora me piden perdôn,
dicen que no me valoraron,
me dejaron bien solita,
y nunca se preocuparon.
Sus llantos me hacen sentir
aunque no crean...muy bien.,
ya siento una gran paz.
sòlo me falta un AMEN.
La carta de un SUICIDA,
dice...PERDONEMNE...
ojalà que ellos sepan...
que un dìa la vida amè.