La vida de cada ser es como el nacimiento de un Árbol. Tardamos tanto en crecer y mientras lo hacemos, perdemos nuestros mejores minutos y nos olvidamos de vivir, de entregar piel a piel todo nuestro ser. Buscamos complacer a todos y nos olvidamos de nosotros,llenamos nuestras manos de vanalidades, de espejismos y cuando nos encontramos con alguien que pone a nuestra disposición lo mas hermoso que el Sr nos a dado en forma de sentir,palpitar,reir,soñar,vivir; que no hay dinero que lo compre ni imitación que valga, que no se puede crear artificialmente, que llega cuando menos lo esperamos, y que algunos pasan la vida esperando que les llegue. Es simple, no es mezquino y como el árbol no quiere morir, quiere crecer y crecer cada día.
Así está mi sentir por tí. No quiero que muera, quiero depositarlo en tus manos para que puedas disfrutarlo, y llenarte de él hasta el último suspiro. Tú eres su dueño, ya no me pertenece. Solo soy la caja que lo transporta, pero te pertenece a tí. Por eso, quiero que me lo arranques, pues me quema por dentro y no me deja existir.
Autora: María Fda.Alvarez de Araya M.