Hoy te escribiré una carta y la llenaré de besos,
de caricias de aventuras, de mimos y de embelesos.
Te besaré noche y día, hasta saciarme de ti,
con ternura, con cariño, con fuego, con frenesí.
Besos llenos de pasión,
besos rojos como el fuego,
brillante y abrasador.
Yo te colmaré de besos que abrasan de tanto amor,
nos besaremos sin prisa
y entre tan ardientes besos nos fundiremos los dos.
Te colmaré de caricias, quiero acariciarte el alma,
me enredaré entre tu pelo, acariciaré tu cuerpo,
tocaré suave tu cara,
y miraremos al cielo en ésta noche estrellada.
Viajaremos hacia el cielo, entre nubes de algodón,
subiremos a la luna en tibia noche de amor.
Viajaremos por la tierra por los desiertos de arena,
cuando más brilla la luna, en la fase que está llena.
Recorreremos la selva y también el ancho mar,
y exhaustos y con anhelo iremos a descansar.
Te mimaré noche y día, cuando tengas mal momento,
con trocitos de alegría, de humor y de fantasía.
Miraremos hacia el cielo a través de las estrellas,
regalando fantasías en noches de luna llena.
Yo te daré mil abrazos, para que te den calor,
acurrucado en mi pecho muy cerca del corazón.
Te acunaré entre mis alas, te vestiré de ternura,
y te besaré con ganas, te haré volar en mis sueños,
con sonrisas y alborotos, sonará una melodía
y empapados de ilusión,
nos entreguemos por siempre al pináculo del amor.
Chelo Álvarez.