Te compararía con la hermosa Luna,
para que sepas que como tú ninguna,
para que sientas la cálida devoción,
que siento al mirarte con emoción.
Te compararía con el canto de un ruiseñor,
para que sepas que a veces soy un soñador,
para que entiendas que deseo tener tu cariño,
más de lo que desea un juego cualquier niño.
Te compararía con la fragancia de una flor,
para que no sientas ningún tipo de dolor,
para que siempre tengas una total alegría,
para que puedas estar feliz todos los días.
Te compararía con un jardín de flores,
para estar seguro que más nunca llores,
para que tu hermosa vida ya no sea dura,
para mantener viviendo a esa alma pura.
Te compararía con una deseada ilusión,
para que sientas el alcance de mi pasión,
para que entiendas la sinceridad de mi alma,
para que veas que sin ti me siento sin calma.
Te compararía con una sonrisa eterna,
para que más nunca te sientas enferma,
para que sepas lo que a mí me ha pasado,
para que sientas que de ti me he enamorado.
Por: Efraín Trinidad Rodríguez
“PoetaDeDios”© Morovis, P.R.
31-enero-2004.