Una vez mas me siento debil y estupida,
pero no como ayer, no con la misma fragilidad
y no con el mismo dolor.
Tantas veces, tantos momentos
y nunca fuiste tu quien secara mis lagrimas;
creí no ingerir cada moviento tuyo a pecho,
creí ser al menos un poco mas fuerte que un grano de arroz, pero oh sorpresa, de nuevo me equivoque.
Te inhalo como cocaina y cada maldito error
de tu parte, me rompe hasta los huesos.
Quedate al menos un minuto a observar, porque
razón no miras lo que has hecho conmigo,
porque no ver las causas perdidas
mientras tomamos una taza de, me perdi tu vida,
mientras ojeas la revista de padre del año,
y recibes un premio al cobarde en la categoria,
no sabes de la vida de tu hija.
Porque durante estos años he fingido
y despues de haber ido a ti,
decidiste ayudarme a fingir que al menos
tenia que conocer a una persona en mi vida.
Porque no ahorrarnos el tiempo, las intenciones
porque simplemente no seguimos como hasta
mis diesisiete justo antes de conocerte.
Porque no puedo sacarme de la mente
el poco valor que tienes hacia mi persona,
porque de las cuatro elegiste a tres
excluyendome a mi, ¡¿porque a mi?!
Que excusa existe,
que debería escuchar salir de tus labios
y que pueda controlar el dolor encerrado
en mi durante años.
Porque no me das al menos una migaja de ti,
porque razón sigo siendo esa parte de tu pasado
como un terrible error que no debiste jamas cometer.
Hoy despues de 23 años por fin entendí
que jamas tuve un padre,
y a pesar de llorar un lugar que jamas se lleno
prefiero dejarlo vacio a esperar que un día
decidas venir y reclamarlo.