Jueves, 24 de Marzo. ¡ QUE DIA !
Inimaginable, impensable, increíble.
Como podría siquiera imaginar que mis ojos se quedaran prendados
de una luz intensa que traspasó toda mi estructura física y
se posó ahí en un rincón del corazón,
que mas tarde ardería sin control
invadiendo por completo mi existencia.
Solo tus hermosos ojos pudieron lograr ese milagro,
y ya no mas pude dejar de sonreír porque
mi vida volvía a alumbrarse.
no había noche ni día que mi ser no me recordara tu presencia,
presencia que me invadió con tu dulce mirada,
que intentaba descubrirme más allá de lo que
los ojos humanos vislumbran,
y me sentí desnuda, pero no sentí vergüenza.
Quería escapar pero no podía
pues un imán invisible me atraía a ti,
y solo quería mirarte,
perderme en el hermoso mar de tus ojos
que me invitaban a un lugar de remanso y paz,
me quedé desconcertada,
este hermoso sentimiento jamás lo había conocido,
solo fue un minuto,
suficiente para romper las cadenas y candados
que había puesto en mi corazón.
solo llegaste y entraste cual dueño a su recinto privado
sin violencia, sin esfuerzo, sin presión, sin nada de nada
Solo llegaste, entraste y te quedaste ….
Más hoy después de un mes de aquella mirada,
evocándote a cada momento del día,
y habiendo crecido inmensamente este sentimiento
que hace saltar mi corazón de emoción al recordarte,
tengo que decirte: ¡Me Rindo!
Intenté y no pude, eres aquel príncipe de mis sueños
que llegó para rescatarme de las garras del silencio y la soledad.
me entrego a ti, con el espíritu doblegado,
dobles de amor que se quiebra para seguir creciendo,
no es rendirme para perder sino para ganar,
por primera vez una derrota es un gran triunfo,
y la mejor condena que pueda recibir es
estar a tu merced, con la entrega humilde de mi vida a tus pies.
¡Tómalo! y no me dejes ir, que solo espero tus manos para
que juntos emprendamos el eterno caminar de una vida nueva,
donde el límite no tiene fin.
Solo me queda confesarte este sentimiento,
que hasta hoy estuve guardando : ¡ .. ... !