Amada amiga

Amiga del alma
¿Querías verme amiga?
Raudo tomé vuelo
Para llegar pronto a tu azul morada
En el trayecto meditaba…
Su casa es el hospital
Y hoy se hospeda en casa de su hermana
Que se encuentra al final de la Alameda
Amiga, para acortar la senda
Te iré escribiendo un poema
Y pensaré en tu hermosa palidez de luna
Y en tu hermosa mirada
Amiga, espero que no te fatigues por mí
Recuerdo la infinidad de veces
Que me sorprendiste esperándome de pie
Justo al lado del ventanal
Abrazada a los rayos del sol o de la luna
Luciendo así más hermosa y espléndida…
Terminé el escrito, soñé, pensé en ti
Pero cuando llegué
No era temprano, no era tarde
Era la hora justa y bendita…
Todos me decían que al oír abrirse de par en par
Las grandes puertas de la vieja casona
Y al oírme gritar tu nombre
¡Aurora, Aurora!
Todos dejaron de rezar
Porque tú abriste los ojos y sonreísteis
Iluminándose todo tu rostro
Y antes de volverlos a cerrar
Pronunciaste mi nombre
Gracias amiga, por sorprendernos a todos nuevamente
Gracias por tu eterna sonrisa y esa celestial serenidad
Que en tu rostro estampaste