He recibido un poema
de una amiga que, en silencio,
desgrana en bellos versos
su profundo sentimiento.
No es mal refugio la poesía, no,
pero hay otros caminos, amiga,
hay sendas convergentes
con almas que también sufren
y otras, que han conseguido
alejar esos fantasmas
que nos atan al recuerdo
de algo que solo existe
en el desván de la mente.
El Libro de nuestro Futuro
se escribió en el pasado
por alguien que tuvo en cuenta
mostrarnos alternativas
para no caer en el pecado
de dejarnos morir en vida.
Mira hacia la luz, amiga,
sacude tu alma doliente
y encontrarás ese bálsamo
que cauterizará tus heridas
vistiendo de colorido
tu entorno difuminado
por el dolor de recuerdos
que pertenecen al pasado.
(Para Sagitaria, cuya tristeza poética me conmueve)