la tarde-alzar los ojos

La tarde desierta ha venido a habitarme
Con esta música diafónica del campo.
Alzar los dos ojos y no encontrar a nadie,
Y sentir que solo nos dejaron los años.
Hoy me han traído un sol con lenguas fulminantes
Que queman a mi cruel verdugo solitario,
Alzar los dos ojos y no atisbar la calle,
Parecerse al árbol seco que están hachando.
La tarde desierta ha venido a invadirme
Con los silencios alunados de algún cerro,
Alzar los dos ojos y ver las nubes irse,
Empujadas por el capricho de los vientos.
Sentir que las piedras muertas se vuelven grises
Como aquellas estatuas que llevamos dentro.
Alzar los dos ojos y que el agua imposible
Nos moje y al mojarnos nos haga más tiernos.
La tarde desierta ha venido a hamacarme
Con el olvido misterioso del ayer.
Alzar los dos ojos y sentir en la sangre
Como la nostalgia nos golpea otra vez.
Convertirse en una muesca gris del paisaje,
En un punto, algo que va a desaparecer,
Alzar los dos ojos y percibir que el aire
Pasa por nuestros pulmones y renacer.