Te veo a diario entre las sombras
A través de los muros del olvido
Soy tan solo un prisionero de recuerdos
Desde hace tiempo condenado por tus sueños
Capaz de rebasar la muerte
Pero no me es posible dejar jamás de verte
Y aunque parece tu ausencia un infierno
Tan solo fue mi último deseo.
Te escucho a diario entre murmullos
A través de sonidos confundidos
Soy tan solo un prisionero de tu voz
Condenado por el movimiento de tus labios
Capaz de rebasar la muerte
Sin ser posible dejar de escucharte
Y aunque parece tu ausencia un infierno
Tan solo fue mi último deseo.
Te siento a diario entre mis brazos
A través de mis múltiples sentidos
Prisionero de tu tacto
Condenado por tus manos
Capaz de rebasar la muerte
Sin ser posible dejar de abrazarte
Y aunque mi maldición es como un infierno
Estar siempre junto a ti fue mi último deseo.
@CarlosCenobio