Llorando abrazaste el ultimo ramo,
el ramo de rosas que quedó solitario,
a igual que yo. Quedó como en velatorio.
Amor, todo en mí se volvió espejismo.
Como en un campo abandonado yerto,
quedó las flores en que te abrazaste,
allí quedará secándose lentamente,
y será testigo de mi mundo incierto. Las rosas que sintió latir un corazón,
ese corazón que latió al son del mió,
que ahora quedó golpeando el vació.
Después de amarnos tanto, ¿hay razón
para que ahora solo sea recuerdo?
Todo ya es inútil, sé que te pierdo.