A disipar el frió empiezas,
con el calor maternal de la alborada
y en tus brazos nuevo día arrullas,
a la vuelta de otro ya pasado.
Con suavidad la piel me tocas,
y mi corazón se consume en llamas,
por quererte a ti…¡Oh vida corta y vana!,
así como el sol quiere la luna.
Con paso firme has andado por milenios
dando luz y no exista la penumbra,
al sediento resecándole los labios
y a la luz reflejándole la sombra.
Tu me quemas cariño mió,
aún no estando muy cerca
y estando a diario cerca
no dejas de ser mi abrigo.
Linda, antes de conocerte a ti
la total ceguera consentí,
Ahora,al rededor esta claro,
solo veo…cuando sueño contigo.