Inhalaré tu dulzura,
en tus pies me posaré,
de la blancura de tu alma
me embriagaré.
Tan tierna como
un pétalo de flor
es tu grandioso amor,
divina madre de Dios
Estás constantemente en mi corazón,
en tus ojos puedo contemplar
el cielo luminoso
que Dios posó en tu alma
para limpiar de tu corazón
la tristeza y la nostalgia
con el amor de tu pureza inmaculada.
Divina Madre de Dios,
tu aura es el templo
donde yo me regocijo,
de tu violeta luz respiro
y en la altitud de tu espirítu, medito.
Me ofreces la inspiración
del amor con el color azulado
de tu manto limpio de llanto.
Divina Madre de Dios
eres mi alegría,
en mi conciencia habitas,
me das la paz cada día, duermo sobre
la blancura de tu radiante
energía Divina.
Madre De Dios aleja de mí
todas las penas de mi vida.
Que entre los seres humanos
haya compresión,
que sea pronto la evolución
del amor, ese amor
que existe en el universo
de Dios.
Ave maría Madre De Dios.
Te amo con toda mi alma
y corazón.