Esta mañana caminando sin destino,
saludar a dos viejos he podido,
se cruzaron en mi camino,
y de regalo, un saludo ha sido.
Incluso, hemos conversado,
que magnífico momento,
mi corazón agradecido ha quedado,
y este servidor de júbilo se ha llenado.
Triste quedé sin embargo,
recordé tiempo atrás
que estos paseos tan amenos
con mi creador solíamos dar.
Que casualidad, conocían mi sufrir,
me alentaron y me ayudaron,
me dijeron que hay que vivir,
que la vida sea larga o sea corta,
sólo se vive una vez.
Que extraño, sabian de mi existir,
me consolaron y me secundaron,
sustrayeron mi sentir,
midiendo de una manera lenta,
que se puede llegar a la vejez.
Gracias, ignotos ancianos,
por fin lo comprendí todo,
os habeis cruzado en mi camino,
no por casualidad, ni extraño ha sido,
sin querer llamar, os he llamado,
y por eso me habéis recordado
episodios alegres de mi vida.
Con él he hablado,
torpe de mi que hasta ahora,
no lo he adivinado,
bendito sea aquel momento
de la aurora.
Y mañana a primera hora
volveré al mismo lugar,
y si esa luz difusa que precede al sol,
insiste en su rostro tapar,
me abriré de brazos
para poderte abrazar...padre.
Enrikt