Hay un cuento de palomas en el cielo,
sobre por todo, tus ojos se suspiran
enamorados de ellos mismos,
como tus labios, en un eterno rincón
donde las rosas llevan tu nombre.
Un pedacito de cielo a hundido tu silencio
en un canto ajeno de un ruiseñor descontento,
llevando, sobre el aliento,
nardos frescos y por tus melenas
brisas ahogadas de un ave sedienta,
la luna, muy lenta,
a dado a su asiento
un fiel motivo de estar contento
entre estrellas, puntos y comas…
y dio a mi esperanza muy macilenta
el canto propio de tus labios de palomas.
¡Ternura aquella que dan tus labios de palomas!
"La ternura deja al hombre indefenso"
EstertoR de AmoR
Noviembre - 2007