Esta vida la quiero vivir sin bajarme de este tren,
pues en el camino he encontrado valiosos embarques,
aunque también he visto tristes desembarques,
pero he encontrado más agradables sorpresas.
En esta vida desde el inicio del viaje he visto el amor,
lo empecé, amando a mis padres que gracias a Dios a mi lado aún están,
lo continúe, amando a mis hermanos que siempre me soportan,
y lo seguiré, amando a la mujer de mi vida que subió en la estación.
No quiero que nadie de los anteriores se baje en alguna estación,
pues aunque mis amigos se encuentren en el mismo tren,
para mi es imposible remplazar el amor, el cariño y la amistad,
ya que mi lealtad hacia ellos es total.
Permitiré que nuevas personas se suban al tren del amor,
pues de seguro junto a mi mujer amada flores nacerán,
y los frutos que con ella recogeré serán maravillosos,
estos nunca de amar podré jamás dejar.
Continuaré en el tren del amor entregando toda mi alma,
ofreciendo todo mi amor a quien lo necesite,
pasando desapercibido por el mundo,
recorriendo sobre las vías paralelas hacia el cielo,
sentado a un costado de esas personas poniendo mi hombro,
de la mejor manera posible, dando lo mejor de mi.
Disfrutaré cada estación en este tren del amor,
porque no sé en que momento me tocará bajar,
día a día trataré de amar, con toda la fuerza,
con toda la esperanza de hacer feliz el corazón,
de todo lo que es mi amor.
Sabes la emoción que me dio cargar tu equipaje,
al subirte en aquella estación,
se que serás muy feliz en este tren del amor,
pues me entregaste tu equipaje,
y es ese se encontraba tu corazón.