Vive el gallito altanero,
digno rey del gallinero,
rodeado de gallinas
pechugonas y divinas
que se rinden a su porte
sin remilgos y sin corte,
y hasta las más vergonzosas
se lanzan vertiginosas
cual velocidad del rayo
a la llamada del gallo,
pero tanto devaneo causa más de algún mosqueo,
y es que en temas amorosos
el gallo no es cauteloso,
a todas canta lo mismo
y, claro..
suena a cinismo
apareciendo los celos,
y por celos besa el suelo
en más de alguna ocasión,
mas,él sigue tan altivo,
a cambiar se muestra esquivo,
prefiere un buen revolcón
aunque no sea de colchón
que limitarse por una,
y cuando sale la luna
inspecciona el gallinero
valiente cual bandolero
buscando en algún rincón
buena dosis de emoción,
buenos muslos y pechuga,
saliendo después en fuga,
la fuerzas repone presto,
al alba ya está dispuesto
y encaramado al tejado
canta el hecho consumado.
MARGA M.R. mar 68-M.B.