Como le digo y solo en palabras,
Si así solo me enseñaron,
Como miro tras mi alma
Y le enseño cada pedazo que le pertenece,
Como le demuestro que no creo en la suerte
Y que mi destino era encontrarlo,
Cuantas veces he de vivir,
Para que me sienta siempre dentro de su ser
Y como he de crecer,
Para ser yo quien le enseñe
Y deje de ser sabio,
Para ser niño que se mece entre mis brazos.
En cuantas ocasiones he de llorar,
Para desgarrar de mi pecho aquello que tanto duele
Y aprender de la mente,
La seguridad que uno nunca tiene,
Darle mis manos y aún así nunca perderme,
Cuantas veces como una chiquilla,
He gritado que no despierte, siendo sueño
Y si es así, sentir que la realidad me miente..
Que han de ver mis ojos,
Si no su muerte por mí
Y como puedo ser tan cruel,
Después de todo lo que lucho, para al fin,
Ser tan solo uno,
Aún mis lágrimas mojan mi cara,
Sintiendo que su amor es tan puro,
Como es mi corazón y mi alma de desquiciada,
Si ya me entregó todo
Y no llevo nada entre mis manos.
En la tierra se cuenta,
Que una vez el amor existió,
Dicen que lo llevaba una niña,
Colgado en su espalda
Y al darse la vuelta, murió,
Al darse cuenta, lo pleno que era
Y que solo ella, lloraba,
Por no haberse dado cuenta,
Que él era su alma gemela