Nunca lo supimos,
o quizás intentemos dejarlo
en el olvido,
no hubo un adiós ni una lágrima
que se deslizara por tu mejilla,
Nunca hablemos de volvernos
a encontrar ni dejar nuestro amor
como testigo.
Seguiré enlazando cada verso
con el sutil aroma de tus besos,
Seguiré con mis prosas dolorosas
donde mi alma inspirada llora sola,
porque ya pasas de largo
y ni siquiera un suspiro de tu pecho
dejaras brotar al viento,
porque el frio de tus ojos
congelo tus sentimientos,
como un otoño triste donde no existe
consuelo.
Si, las palabras se habían convertido
en silencio en ese espacio prolongandome
la angustia, de sonidos ausentes,
de gestos que hacen daño,
de sentimientos vacios donde nace el olvido.
Hasta ayer el amor
existia, ahora es sólo un grito
de silencio y agonia.