Me detengo en un rincón del mundo,
ávido de justicia ,invoco:
a los desocupados, alos abandonados,
a los incrédulos, a los desconcertados,
a los que tienen bronca ,a los desconfiados,
a los desesperanzados,a los discriminados,
a los ingenuos,a los golpeados,
a los pobres y no solo de espíritu,
a los baleados y no sólo,con balas de goma,
a los chicos de la calle y a los de su casa,
los que esperan en el cordón de la vereda,
a los que tienen hambre,no sólo de justicia,
a los sangrientos,que se arrastran,día a día,
a los que forman parte de estadísticas,
a los sin nombre y a los que lo tienen,
a las víctimas y a los indigentes,
a los que buscan su lugar y no lo encuentran,
a los vacíos y a los resentidos,
a los borrachos y a los abstemios,
a los infelices y a los ultrajados,
a los que quiero y alos que aún no quiero.
En este ignoto lugar espero,
que los que deciden quieran y puedan,
pensar y disponer de esa justicia.
Y puedan de una vez ,ocuparnos,
que no nos abandonen, que nos hagan creer,
que armonicen y concilien nuestras vidas,
que aplaquen nuestra ira,nos obsequien confianza,
que nos devuelvan la esperanza,
que no nos discriminen,
que fundamenten nuestra confianza,
que nos den una caricia para devolverla,
que nos enriquezcan y no solo el espíritu,
que por favor, no nos agredan,
que recojan de la calle,
a los sin techo,chicos y grandes,
para que encontremos nuestro lugar,
y nos llenemos de amor.
Que borrachos ,pero de amor,
no creamos que ,el año es carnaval de corrupción,
sino una vida de fiesta,que impida que seamos,
vacios mártires de hoy.
En esta esquina del cosmos , imploro,
orientando mi voz,mi pensamiento y mi esperanza,
al fin y al cabo ,hacia los dos extremos,
para que intenten alcanzar un mundo razonable,
donde parciales e imparciales tengan,
deberes y derechos absolutos y existan disculpas,
donde todo sea equitativo.
Donde los sobrevivientes y los muertos,
descansen en paz.