¡qué bonita está mi niña!
y que garbo en sus andares,
con su falda de lunares
y su bonita camisa
camina despacio a misa,
mi bella niña trigüeña,
subida en fino tacón,
ya se escuchan los cantares
loas al Santo Patrón
el santo de la región,
y en el nido la cigüeña
crotorea una oración,
y entre tanta devoción
se ha escuchado una palabra
salida del corazón,
¡guapa!,le digo al pasar,
irrumpe el canto de coro
salvando la situación,
nadie se debe enfadar
por no poder evitar
que hable mi corazón
y ella,aún sonrojada
recogida en su decoro
descubriéndose observada
se ha arrodillado a rezar.