A mi gran amiga Minerva Amante
Si he de llamarte viento, será para que viajes
en blancos unicornios y en la metamorfosis
de nubes ambarinas, que en agraciadas dosis,
de pronto se conviertan en majestuosos pajes.
Si cuerpo de zozobra quisieras que te llame,
será para que exhales con toda tu energía
el ígneo atrevimiento de tu melancolía
donde desde tu boca tu savia se derrame.
Y si has de ser la curva pintada en mi memoria
-fantasma que en las noches mis sueños enardece-
serás como una hoguera que crece y crece y crece,
serás como la brisa del alba de mi historia.
Así, tus tibios dedos, poblando mis contornos,
podrán estremecerme y acelerar mi pulso
al ritmo de la lluvia, sonata a cuyo impulso,
convierta mis glaciares en fuego de altos hornos.
Y entonces, anhelante, serás ahinco, empeño
así como te sueño y así como tú quieres;
serás, amor, la nupcia de todos los placeres,
serás mi dueña ¿entiendes? y yo seré tu dueño.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC