Si me hubieses querido, yo te hubiese olvidado, si amarme intentarías, nunca te hubiera amado. Y es que somos lo opuesto. Tú el Laurel, yo la savia, tú el mentir altanero, yo certeza en mis labios. Tú, apatía constante yo, cariño sagrado. Si te hubiese querido... ¡ya te habría olvidado! Y es que somos distintos. Soy amor, tú pecado, soy abrazo infinito, del amor: ¡Tú el fracaso! Soy alondra dormida, tú, gavilán desvelado ¡Ay..! porque nunca me amaste... ¡Cuánto, cuánto te he recordado! Ivette Hernández Más Ivette Rosario