No quiero seguir así,
tan lejos y sin tu abrigo,
necesito estar contigo,
lo contrario es un castigo
imposible de describir.
Sea de día o de madrugada,
mi alma desesperada
te busca constantemente,
con este anhelo ferviente
que se disuelve en la nada.
Por las noches, silba el viento
con patético sonido
y yo, solo, en mi aposento;
me carcome el sentimiento
de estar tan lejos de ti.
Y mi voz se une al viento
en un lastimero lamento
lúgubre y desfallecido;
ya nada tiene sentido
cuando no estás junto a mi.-
Eduardo Ritter Bonilla.
Jueves 05 de Noviembre del
2009, 4:52 A.M.
Gracias a Dios, que la calidad vuelve por estos lugares. Ya te echaba mucho de menos compañero de armas.... Por fin el talento se deja ver para delicia de todos nosotros. Espero que tus descansos, no sean tan largos y nos sigas ofreciendo tus deleitoso versos. Un sincero abrazo colega. Y como siempre, para lo que quieras mandar; desde España.... El poeta desconocido.