Lo que daría para que te quedaras,
me daría a mi mismo,
en la espera de un mejor resultado,
sin miedo de perderme o ahogarme.
El sentido de mi voz se ha ido,
junto con pasos, con tus labios,
mientras que yo pierdo fuerza,
y me absorbe la angustia.
En mi mundo lleno de tormentas,
hastiado de tanta nube gris,
llegas tú y es primavera,
en mis ojos, en mi pecho y en mi frente.
Tiembla,
ruge y mutila,
deseo verte a pesar de tus actos,
que me hacen temblar, tener miedo y me descomponen.
Envuelves todos mis palpitos,
y mi imaginación tiene tu nombre,
marcado de sangre y tu independencia,
libres mis pasos dentro de tu celda.
Escondido de todos,
de aquello que me expone al mundo,
porque asi lo has querido,
pero felíz perdido en tu mirada.
Se cierran mis parados,
y percibo tu piel, el sabor,
de tu ser, de mis angustias y tus días,
consiguiendo llenar mi vida.
El tiempo, del lado positivo,
entre tantas miserias,
tus memorias de cristal, negativo,
y así no quieres que esté atraido hacia ti.
Enredado en mis ideas,
acurrucado por tus besos,
las huella de un sitio divino,
en el que habitamos la felicidad y yo.
Felicidad ignorada,
soy felíz y lo desconoces,
a pesar de que es contigo,
con la ilusión de verte llegar.
En la cuerda floja mi camino...
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!