Ignora el mundo entero, que esta cama,
ha sido, del idilio, fiel testiga,
y sabe del candor que me mitiga,
volviéndome un salvaje lobo en brama.
Tu cuerpo entre mis brazos, desparrama,
un río de perfumes, que me obliga,
a amarte como nunca dulce amiga,
calmando al corazón que te reclama.
Ignora el mundo entero, que en tus besos,
palpita un gran amor, ansionamente,
que logra capturar mis embelesos.
De modo que es mejor, que indiferente,
se quede aquel caudal de mil excesos,
para seguir amando intimamente. (2004)