Sentada en mi escritorio,
leia yo tranquilamente,
y se presento un señor muy vehemente, nada menos que el Tenorio.
Salio del libro un tal don Juan,
el pobre tenia hambre,
y me pidio un poco de fiambre
y un cuscurro de pan.
Le dije= Valgame Dios, que yo no soy Doña Ines,
contesto mirando mi generoso escote,
pues yo por ti me vuelvo Judas Iscariote,
porque estas tan buena de la cara y del reves.
Rei como una loca y fui a la nevera,
le di lo que le pedia,
ay que ver el tio como comia,
si hasta se comio el flan que habia en la flanera.
Al ver que se marchaba volvi a la biblioteca,
y ojeaba Cervantes,
y salio Don quijote con Dulcinea y sus imaginarias amantes,
estos me pidieron manteca.
= Alla en la mancha luche con gigantes y molinos
con mi buen amigo Sancho Panza,
y ahora solo pretendo llenarme la panza
con sus manjares divinos.
Otro que no le hizo ascos y eso que decian que no probaba alimento,
ay que tener cuento,
vaya vaya si mentian.
Sorprendida por los acontecimientos acaecidos
volvi a mi escritorio que se habia vuelto divertido,
y me encuentro con Don Ruben Dario
que me cuenta su cancion del pirata y llena mi salon de corsarios y bandidos.
Ëstos libros se vuelven locos y para el colmo de la locura,
aparece Juana la loca llena de frescura,
= Niña mia, cuida y el amor no te vuelva majara,
Buscate un buen Felipe el hermoso,
ya sabes, el hombre cuanto mas feo mas precioso,
y tiene que saber donde toca tocara lo que tocara.
La cabeza me echa humo como una locomotora,
y aparece Cristobal Colon acompañado del Cid Campeador, estos no piden comida, estos quieren otra cosa, aqui sale el aire conquistador.
Uno dice que sea Isabel y otro Doña Jimena,
=ja, la llevais buena,
iros por donde vinisteis pues yo ya tengo a mi amo y señor.
= ¿ Y quien es ese linda damisela?
= Uno que tiene palique, pues anda que mi marido no tiene tela, no querreis que el os lo explique.
Se van como llevados por el diablo
y de pronto se lanza Romeo que sale del tocho de Skeaspeare y me suelta un morreo.
= En el libro no es por nada, besabais mejor,
Y el colega me mira y dice es un demonio disfrazado de flor.
Miro el reloj y marcan ya las doce de la noche,
y aparece mi hada madrina,
me pone un vestido color mandarina,
y me dice que afuera me espera un coche.
= ¿Pero que se cree esta, que soy Cenicienta?
Y afuera salgo y no hay ninguna calabaza que se convierte en carroza,
desconocido me espera en un testa ferrari rosa,
= Vente al baile conmigo un rato,
y resulta que es mi marido, el bueno de Carlos,
y yo le digo:
= Pero cariño, yo no perdi ningun zapato.
Me lleva a bailar y me hace sentir como una princesa,
me dice cabecita loca, labios de fresa,
volvemos a casa y entro todavia asustada,
me espero encontrar la biblioteca revolucionada,
pero no se mueven, estan quietos los caraduras,
= Cariño pero ellos hablaban,
mi marido dice. seguramente soñabas,
vayamos a dormir, mas al salir por la puerta oigo a todos reir pero que les den por ahi porque yo me voy a la cama como musa enamorada.
Hay que ver que imaginación! Me ha encantado tu poesía. Es muy graciosa y peculiar.. te felicito!.